Razas

Desde el recio enano hasta el noble elfo, las razas del juego de rol de Pathfinder son una mezcla diversa de culturas, tamaños, aptitudes y apariencias. Después de generar las puntuaciones de característica básicas del personaje, el siguiente paso en el proceso de creación es seleccionar la raza del mismo.

Escoger la raza de tu personaje es una de las decisiones más importantes que tienes que hacer. Conforme tu personaje se haga más poderoso, serás capaz de diversificar sus aptitudes seleccionando diferentes clases, habilidades y dotes, pero sólo puedes escoger raza una vez (a menos que intervenga alguna forma de magia poco usual, como la reencarnación). Por supuesto, cada raza se adapta mejor a un papel específico: los enanos son mejores guerreros que hechiceros, mientras que los medianos no son tan buenos bárbaros como los semiorcos. Ten en cuenta las ventajas y las desventajas de cada raza al elegir. Si bien puede ser divertido interpretar una raza contra su rol habitual, no es tan divertido subir tres niveles a un personaje y luego darse cuenta de que el que querías interpretar hubiera funcionado mejor con una raza enteramente distinta.

Cada raza se presenta en el mismo formato, empezando con una descripción generalizada del papel que dicha raza juega en el mundo, seguido por la descripción física de un miembro normal de la misma, un breve repaso de su sociedad y unos cuantos comentarios acerca de las relaciones de dicha raza con las otras. Aunque la raza no obliga a escoger ni una religión ni un alineamiento por encima de otro, se mencionan las elecciones típicas para cada una. Después sigue una discusión acerca de por qué un miembro de la raza en cuestión puede decidirse por la vida llena de peligros del aventurero.

Las razas disponen también de un conjunto de aptitudes específicas, bonificadores y otros ajustes que se aplican a todos los miembros de la misma. Esos son los "rasgos raciales" del personaje.

Además, también disponen de modificadores a las puntuaciones de característica, que se aplican una vez se han generado, tal y como se describe en la sección de Características. Estos modificadores pueden aumentar una puntuación de característica por encima de 18, o reducirla por debajo de 3, aunque tener una puntuación tan baja en cualquier característica es algo a evitar, puesto que no hay ruta más segura a la muerte de un personaje que una Constitución excesivamente baja, ni ruta más segura a la frustración que un personaje que no puede hablar porque su Inteligencia es menor que 3. Deberías contar con la aprobación de tu GM antes de interpretar a un personaje con cualquier puntuación de característica menor que 3.

También tienen aptitudes, personalidades y sociedades enormemente distintas, pero al mismo tiempo, son bastante similares: ninguna de ellas se desvía demasiado del patrón humano y todas sus aptitudes son aproximadamente iguales y equilibradas. En el mundo de juego hay otras razas más poderosas y exóticas, pero Pathfinder está construido y equilibrado con la expectativa de que todos los jugadores empiecen de una forma aproximadamente igual. Hay reglas y directrices para jugar con razas más poderosas o más inusuales aquí.

Mostrando 1-7 de 7 razas

Elfo

#1

Los elfos, de larga vida, son hijos del mundo natural, similares en muchas formas superficiales a las criaturas feéricas, pero también diferentes. Los elfos valoran su intimidad y sus tradiciones y si bien a menudo son lentos en hacer amigos tanto a nivel personal como nacional, una vez un extraño es aceptado como camarada, tales alianzas pueden durar generaciones. Los elfos tienen un curioso apego a su entorno, quizá como resultado de su increíblemente larga vida o quizá por razones más profundas y místicas. Los elfos que permanecen mucho tiempo en una región se adaptan físicamente para ajustarse a su entorno y lo más notable de ello es que adoptan una coloración que refleja el entorno local. Los elfos que pasan sus vidas entre las razas de vida más corta, por otra parte, a menudo desarrollan una percepción malsana de la mortalidad y se vuelven cínicos, resultado de contemplar envejecer y morir ante sus ojos a una oleada tras otra de compañeros.


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Enano

#2

Los enanos son una raza estoica pero severa, instalada en ciudades esculpidas en los corazones de las montañas y decididas a repeler las depredaciones de razas salvajes como orcos y goblin. Más que cualquier otra raza, los enanos han adquirido una reputación de artesanos de la tierra, severos y sin humor. Podría decirse que la historia enana modela la oscura disposición de muchos enanos, pues residen en altas montañas y peligrosos reinos bajo tierra, constantemente en guerra con gigantes, goblin y otros horrores semejantes.


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Gnomo

#3

Los gnomos remontan su linaje hasta el misterioso reino de las hadas, un lugar donde los colores son más brillantes, las tierras salvajes son aún más salvajes y las emociones son más primitivas. Fuerzas desconocidas empujaron a los antiguos gnomos hasta sacarles de dicho reino, obligándoles a buscar refugio en este mundo; a pesar de ello, ni abandonaron del todo sus raíces feéricas, ni se adaptaron a la cultura mortal. Como resultado, las otras razas ven a los gnomos como ajenos y extraños.


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Humano

#4

Los humanos poseen un impulso excepcional y una gran capacidad para resistir y expandirse, y como tales, son actualmente la raza dominante del mundo. Sus imperios y naciones son vastos y en creciente aumento y los ciudadanos de dichas sociedades esculpen nombres para sí con la fuerza de la espada y el poder de los conjuros. La humanidad se caracteriza por ser tumultuosa y diversa y las culturas humanas van desde las tribus salvajes pero honorables, hasta las familias nobles decadentes y adoradoras del diablo en las ciudades más cosmopolitas. La curiosidad y la ambición humanas a menudo triunfan sobre su predilección por un estilo de vida sedentario y muchos abandonan sus hogares para explorar los innumerables rincones olvidados del mundo o dirigir poderosos ejércitos para conquistar a sus vecinos, simplemente porque pueden.


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Mediano

#5

Optimistas y alegres por naturaleza, bendecidos con una suerte enorme y empujados por una poderosa ansia viajera, los medianos compensan su corta estatura con una gran abundancia de valor y de curiosidad. A la vez excitables y de trato fácil, a los medianos les gusta mantener la calma y tener la vista puesta en la oportunidad y no son tan dados como algunas de las razas más volátiles a estallidos violentos o emocionales. Incluso en las fauces de la catástrofe, un mediano casi nunca pierde el sentido del humor.

Los medianos son oportunistas inveterados. Incapaces de defenderse físicamente de los rigores del mundo, saben cuándo plegarse con el viento y cuándo esconderse. Y sin embargo, la curiosidad de un mediano a menudo supera su sentido común, lo que le lleva a decisiones poco meditadas y a escapatorias por los pelos.

Aunque su curiosidad les empuja a viajar y buscar nuevos lugares y experiencias, los medianos poseen un fuerte sentido de la casa y el hogar, y a menudo gastan por encima de sus medios para aumentar las comodidades de la vida hogareña.


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Semielfo

#6

Los elfos han atraído desde siempre los ojos codiciosos de las demás razas. Su generoso ciclo vital, su afinidad por la magia y su gracia inherente, contribuyen a la admiración o a la envidia más amarga de sus vecinos. Sin embargo, de todos sus rasgos, el que más atrae a sus asociados humanos es el de la belleza. Desde que ambas razas entraron en contacto por vez primera, los humanos han tenido a los elfos como un modelo de perfección física, viendo en el pueblo gentil versiones idealizadas de sí mismos. Por su parte, muchos elfos encuentran atractivos a los humanos a pesar de sus costumbres comparativamente bárbaras, atraídos por la pasión y el ímpetu con el que los miembros de la raza más joven viven sus cortas vidas.

A veces, esta atracción mutua conduce a relaciones románticas. Aunque por lo general de corta duración, incluso para los estándares humanos, estos escarceos suelen llevar al nacimiento de semielfos, una raza derivada de dos culturas, pero heredera de ninguna. Los semielfos pueden procrear entre sí, pero incluso estos semielfos de "sangre pura" tienden a ser considerados como bastardos, tanto por los humanos como por los elfos.


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Semiorco

#7

Los semiorcos son monstruosidades, cuyo trágico nacimiento es el resultado de la perversión y la violencia, o por lo menos así es como las demás razas les ven. Es cierto que los semiorcos raramente son el resultado de uniones en las que el amor está de por medio y como resultado se suelen ver obligados a crecer de forma rápida y dura, luchando constantemente en busca de protección o para hacerse un nombre por sí mismos. Temidos, motivo de desconfianza y objeto de desprecio, los semiorcos consiguen sorprender de forma consistente a sus detractores con grandes gestas y una sabiduría inesperada, aunque a veces es más fácil aporrear cabezas.


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